Sucedió en la madrugada del día de Navidad de 1951, unos chavales de Glasgow llegan a la Abadía de Westminster dispuestos a robar la Piedra del Destino. Dichosa piedra! fuente de disputas entre ingleses y escoceses durante 700 años. Si no fuera porque el rey inglés Eduardo I la robó de la abadía de Scone, el lugar de coronación de los reyes escoceses desde la Edad Media, puede que ingleses y escoceses se llevasen mejor.
El origen sagrado de la piedra se remonta a Jacob, su llegada a Escocia se produjo de mano de una princesa egipcia y luego se empezó a usar en el rito de coronación de los reyes. Es signo de identidad y orgullo escocés. Desde que los ingleses la robaron en 1296 hasta 1996 la piedra permaneció bajo el trono de Inglaterra en la abadía de Westminster donde Eduardo I la situó para que los reyes ingleses se coronaran a su vez reyes de Escocia.