martes, 6 de noviembre de 2012

El artista italiano más irreverente


Una constante en el arte de hoy en día es la espectacularidad de la obra de arte. Llamar la atención, el impacto de la imagen, la irreverencia, es algo de lo que ya hablé en el post sobre Damien Hirst. Cattelan es un artista archiconocido a nivel mundial, entre sus obras encontramos un Hitler con cuerpo de niño arrodillado, una estatua del papa golpeado por un meteorito, un monumental corte de manga, niños ahorcados de un árbol en un plaza de Milán…







Su obra es política, satírica, humorística y violentamente gráfica, su comunicación con el espectador acoge la misma forma que la publicidad, imágenes impactantes y claras. Es amigo del escándalo y del contacto directo con el público. Una de sus primeras obras se titula Campaña electoral se trata de un anuncio en el periódico La Repubblica  durante la campaña publicitaria para las elecciones, el eslogan decía “El voto es precioso, QUÉDATELO”.

Si quisiera enumerar las polémicas surgidas a causa de las obras de Cattelan estaríamos aquí hasta mañana, por ejemplo la del meteorito y el papa os la podeis imaginar, la del Führer arrodillado también, pero una más reciente surgió con la exposición retrospectiva del artista en el MoMA de Nueva York. Se exponen allí  un gran número de placas con nombres y apellidos de abogados, notarios, dentistas, aquellas que sirven para indicar en el portal que allí se encuentra el despacho de estos profesionales. Lo interesante es que estas placas fueron robadas en Forli hace 20 años, un caso quelos carabinieri no pudieron resolver. Los robos sucedieron justo en el periodo en el que Cattelan empezó a hacerse famoso en la ciudad organizando exposiciones con su obra, como su primera exposición personal en la que el día de la inauguración cerró la galería colocando el cartel de “Vuelvo enseguida”.

He leído la opinión de un chico de 14 años sobre la obra de las placas en el MOMA “Eso lo puedo hacer yo, pero si lo hago me arrestan, en cambio, si lo hace él gana un montón de dinero”. Y tiene razón con lo del dinero, pero con lo otro no, se libra del arresto porque el crimen ya prescribió, pero si lo hubieran cogido a tiempo no veo el motivo por el que se hubiera librado de una buena multa. Pero loque quería comentar es esa posición de muchos espectadores frente a una obra de arte contemporáneo que optan por la opción “eso lo hago yo”. Lo he oído cientos de veces y no sólo a adolescentes, si, el arte contemporáneo es difícil de entender sobretodo comparándolo con los grandes artistas y artesanos de la historia del arte para quienes la técnica era tan importante como la idea.
Sin embargo a muchos artistas contemporáneos ya no les importa la técnica, sólo la idea y la comunicación de ésta. Es este el caso de Maurizio Cattelan que con su obra nos despierta la curiosidad y la reflexión, incluso puede provocar una sonrisa o unas carcajadas, aunque la seriedad del tema nos deje un sabor amargo. Por supuesto también están las críticas más incisivas de quienes dudan que eso se pueda llamar arte.

El juicio os lo dejo a vosotros. Mientras yo me quedo a la espera de nuevas travesuras de Maurizio Cattelan!


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