En el 2008 estuve un tiempo de Au Pair en el Lago Maggiore , al norte de Milán.
El lugar en la que se encontraba la casa, donde estaba con los niños, se llama Belgirate, es un minúsculo pueblo al pie del lago. A lo largo de 1800 Belgirate fue un lugar en el que se reunieron personajes ilustres, patriotas y poetas, en esta época se construyeron las villas con los fascinantes jardines que se asoman al lago.
Sin embargo la zona del Lago Maggiore ya era favorita de las familias nobles como el caso de la familia Borromeo a quien pertenecen desde el siglo XIV las llamadas islas Borromeas. Estas islas contienen los jardines más bonitos que he visto en mi vida.
La isla de los Pescatori es la única que ya no pertenece a los Borromeo y también la única habitada. En ella se puede pasear por el pueblo, dar de comer a los gatos, comprar alguna obra de arte a un artista local, me recuerdo que hay un restaurante donde comí una lasaña buenísima...
La siguiente parada se puede hacer en la isla Bella. Tanto los jardines como el palacio barroco se empezaron a construir alrededor de 1632 por Carlos III Borromeo. El jardín está conformado por varios niveles distribuidos en terrazas, como una pirámide. Tiene todas las características barrocas: aspecto teatral y elementos sorpresivos, la parte central es muy recargada con esculturas y flores pero las esculturas tienen un fuerte dinamismo y el carácter escenográfico es genial.
Algo sorprendente que raramente encontrareis en otros lugares del mundo es el pavo real albino que se adapta con la escenografía del jardín.
La última de las islas se llama Isla Madre, tanto el palacio como el jardín tienen un carácter diferente al de la isla Bella. El palacio es más sencillo y acogedor, mientras el jardín es de estilo inglés. Hoy se trata de un jardín botánico y de aves, se pueden encontrar especies exóticas provenientes de todo el mundo y de grande interés es la colección de 150 especies de camelias. Es una sensación encantadora pasear en ese ambiente de rododendros y azaleas viendo correr libremente a los faisanes y papagallos.
No olvideis visitarlos en primavera cuando están en su mayor esplendor.
Espero que lo disfruteis.
Me encanta la foto de la piramide jardín, con las estatuas que realmente aportan cierto dinamismo al paisaje. Curioso, parece que van a empezar a moverse.
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