Una
constante en el arte de hoy en día es la espectacularidad de la obra de arte.
Llamar la atención, el impacto de la imagen, la irreverencia, es algo de lo que
ya hablé en el post sobre Damien Hirst. Cattelan es un artista archiconocido a
nivel mundial, entre sus obras encontramos un Hitler con cuerpo de niño arrodillado, una
estatua del papa golpeado por un meteorito, un monumental corte de manga, niños
ahorcados de un árbol en un plaza de Milán…
Su obra
es política, satírica, humorística y violentamente gráfica, su comunicación con
el espectador acoge la misma forma que la publicidad, imágenes impactantes y claras.
Es amigo del escándalo y del contacto directo con el público. Una de sus
primeras obras se titula Campaña
electoral se trata de un anuncio en el periódico La Repubblica durante la
campaña publicitaria para las elecciones, el eslogan decía “El voto es
precioso, QUÉDATELO”.
Si quisiera
enumerar las polémicas surgidas a causa de las obras de Cattelan estaríamos
aquí hasta mañana, por ejemplo la del meteorito y el papa os la podeis
imaginar, la del Führer arrodillado también, pero una más reciente surgió con la
exposición retrospectiva del artista en el MoMA de Nueva York. Se exponen
allí un gran número de placas con
nombres y apellidos de abogados, notarios, dentistas, aquellas que sirven para
indicar en el portal que allí se encuentra el despacho de estos profesionales. Lo
interesante es que estas placas fueron robadas en Forli hace 20 años, un caso quelos carabinieri no pudieron resolver. Los robos sucedieron justo en
el periodo en el que Cattelan empezó a hacerse famoso en la ciudad organizando exposiciones con su obra, como su primera exposición personal en la
que el día de la inauguración cerró la galería colocando el cartel de “Vuelvo
enseguida”.
He leído
la opinión de un chico de 14 años sobre la obra de las placas en el MOMA “Eso
lo puedo hacer yo, pero si lo hago me arrestan, en cambio, si lo hace él gana
un montón de dinero”. Y tiene razón con lo del dinero, pero con lo otro no, se libra del arresto porque el crimen ya prescribió, pero si lo hubieran cogido a tiempo no veo el motivo por el que se hubiera librado de una buena multa. Pero loque quería comentar es esa posición de muchos
espectadores frente a una obra de arte contemporáneo que optan por la opción “eso
lo hago yo”. Lo he oído cientos de veces y no sólo a adolescentes, si, el arte
contemporáneo es difícil de entender sobretodo comparándolo con los grandes
artistas y artesanos de la historia del arte para quienes la técnica era tan
importante como la idea.
Sin embargo a muchos artistas contemporáneos ya no les importa
la técnica, sólo la idea y la comunicación de ésta. Es este el caso de Maurizio
Cattelan que con su obra nos despierta la curiosidad y la reflexión, incluso puede provocar
una sonrisa o unas carcajadas, aunque la seriedad del tema nos deje un sabor
amargo. Por supuesto también están las críticas más incisivas de quienes dudan
que eso se pueda llamar arte.
El juicio os lo dejo a vosotros. Mientras yo me quedo a la espera de nuevas travesuras de Maurizio Cattelan!
Eso lo hago yo... sí claro, pero el artista lo hizo primero y a ti no se te ocurrió, no? Creo que ahí reside la diferencia...
ResponderEliminarExacto.
ResponderEliminarA mi Hitler rezando me da que pensar...
ResponderEliminarjajajajaja! y a mi
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