¿Cuáles
son las razones de la gente para dejarlo todo y quedarse a vivir en un
país extranjero? Es gracioso a veces oir en Españoles
por el mundo lo de “por amor”, por amor me vine al Congo, por amor me mudé
a la Conchinchina… si, los españoles somos unos románticos de la vida, al menos
los que salen ese programa. Bueno el caso es que un día en Venecia, voy y le
pregunto a un amigo indonesio por qué vive en Italia, como llegó y por qué se
quedó…
Todo
empezó cuando el gran barco mercante, el Kawkab amarró en el puerto de
Marghera, Venecia. El armador un tal Nasr El Sayed, habiendo tenido problemas
con la mercancía decide dejar de pagar a sus marineros y de repente
desaparece. Los marineros deciden esperar, no pueden permitirse renunciar a su salario.
Imagen del documental Marghera Canale Nord
Ocho
marineros Nano, Awi, Louis, Asnir, Mohamed, Kino, Said y Kamal esperan en una
nave larga 180 metros con 30 de ancho. Es
una gran mole de acero que descansa en un canal contaminado. Era el año 2002,
Nano tenía 25 años, los mismos que yo ahora. Le esperaban dos largos y duros
años dentro de aquel barco, su casa, en el canal norte, su calle. Al menos estaba acompañado de su padre,
Asnir.
La vida
es muy dura en el barco. Se alimentan en el comedor de Cáritas, pero siempre uno
tiene que quedarse en el barco, así que
hacen turnos. Los generadores están parados por la falta de gasoil, por ello
falta el agua caliente, calefacción, luz y
tampoco funciona el sistema hidráulico. Sobreviven gracias a la gente dispuesta
a ayudarles.
Conseguir
el permiso de residencia es imposible, pues no tienen contrato de trabajo ni
residencia en Italia, ya que el barco tiene bandera Egipcia. Finalmente gracias
a la ayuda del padre Mario y también del revuelo que generó un documental sobre el caso, Marghera canale nord, se les hace un
permiso provisional por causas humanitarias. Gracias al permiso de residencia, los marineros empiezan a trabajar. Se alegran de poder volver a enviar dinero a casa, Asnir ha sufrido que su cuarto y quinto hijo tuvieran que dejar de estudiar.
Al
mismo tiempo empieza la batalla judicial para sancionar al armador y subastar
la nave.La
larga espera finalmente tiene recompensa, el 15 de junio de 2004 el barco se
subasta y se reparte el dinero a los marineros, acaba la pesadilla.
Hoy Nano
sigue viviendo en Marguera con Awi. Awi envía dinero a sus esposas en la isla de Madura. Nano
acaba de traer a su mujer y su hija a vivir con él. Al menos ellas si se han quedado en Italia “por amor”.
Me encantó esta historia, menos mal qué acaba con final feliz
ResponderEliminarGracias, si menos mal, pero solo gracias a su firmeza de no abandonar, son unos héroes.
ResponderEliminarBueno, al final no hay mal que por bien no venga.
ResponderEliminarHay miles y miles de indonesios que trabajan en barcos por el mundo, en Barcelona me encuentro a menudo con muchos de ellos.
Buen post
Saludos
Me alegro que te haya gustado Gildo,
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias por recordarnos que las cosas se pueden solucionar cuando nos interesamos por el sufrimiento de los demás. Estoy segura de que Nano seguiría en el barco si no hubieran sacado el tema en la televisión.Me alegro que todo acabara bien y espero que sea un caso aislado.
ResponderEliminarMe encanta tu blog y gracias a fb me mantengo al tanto de las nuevas entradas. Sigue con él, que me encanta leer lo que publicas.
Muchas gracias Cristina!! no sabes la ilusión que me hace tu comentario!
EliminarEs increible que estas personas vivieran dos años en un barco abandonado y luego siguieran con su vida, podrían escribir un libro.
ResponderEliminarSi, un libro sobre supervivencia. Gracias por el comentario, un saludo!
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